miércoles, 4 de julio de 2018

Lo normal

"Lo normal" es subjetivo. Cada persona tiene su propio concepto de lo que es normal y lo que es extraño, aberrante o irrelevante.

La mayor parte de lo que uno considera como normal, tiene que ver con los objetos y los valores del momento en que vivió su niñez y adolescencia, centralmente el período entre los 5 y los 15 años. Por ello suele haber un buen nivel de acuerdo dentro de cada generación sobre lo que se considera "normal".

A medida que el mundo cambia, uno va contrastando lo nuevo que llega con aquello que se considera "normal". A veces los cambios son bienvenidos e incluso deseados; otras veces son considerados perjudiciales y, las más de las veces, irrelevantes. Una constante es que todo cambio se vive como novedad y por tanto, distinto a "lo que había", que de algún modo se sigue viviendo como más verdadero que lo nuevo.

Así pues, hay una tendencia a darle más valor de realidad al mundo que uno vivió en su etapa de formación que al mundo en el que vive actualmente.

Sirva como ejemplo la distinta concepción que se tiene del mapamundi según la edad. Para los mayores de 50, Eslovenia, Croacia y Serbia son "países de la antigua Yugoslavia", donde "Yugoslavia" es el concepto de referencia que sirve para situar a los nuevos países balcánicos. Para los menores de 30, en cambio, Yugoslavia fue un país formado por Eslovenia, Croacia y Serbia entre otros, y aquí son estos países los que sirven de referencia para situar el antiguo país balcánico.

El efecto es mucho más acusado con la tecnología. En función de la edad se otorga más crédito a la radio, a la televisión o a las redes sociales. En función de la edad se demonizan los cómics, la televisión o los videojuegos. En función de la edad los electrodomésticos, la calculadora o la compra on-line son comodidades excesivas que nos harán más vagos y más tontos.


Es conveniente tener esto en cuenta cuando se valoran las opiniones de otros. El paisaje de formación de cada uno es importante para entender desde dónde se considera algo irrelevante, ofensivo o peligroso.