martes, 24 de mayo de 2011

15-M

Cada sociedad es hija de los valores de quienes la sustentan. La que vivimos es hija muy querida de la doctrina del egoísmo, el egocentrismo y la violencia.

No hablo de políticos sino de ciudadanos. Tantos ciudadanos especularon con la vivienda, comprando y vendiendo a precios inflados. Tantos pisotearon a su compañero por un ascenso, o apenas por mantener el puesto de trabajo. Tantos más señalaron como a locos a quienes reivindicaron dignidad, sin sentir por ellos ninguna solidaridad.

Hoy nos vemos juntos en la necesidad y clamamos contra aquellos que nos estafaron, nos vendieron y nos ningunearon. Pero también nosotros fuimos estafadores, traidores y ninguneadores con nuestro vecino.

El cambio social es efímero si no se acompaña de cambios en el interior de las personas. Por ello es urgente que aquí y ahora, cada uno de nosotros examine en el fondo de su corazón y decida si quiere desterrar de él al egoísmo, al egocentrismo y a la violencia.