martes, 13 de julio de 2010

Pasaba por aquí

Camisa de cuadros grandes azules sobre blanco, pantalón vaquero algo gastado, una carterita para el móvil colgando del cinturón, las gafas de sol sobre un peinado ligeramente ondulado, negro en otro tiempo pero ya entrecano de blanco y gris. Ligeramente inclinado hacia atrás, pose torera mientras examina los varios platos del buffet oriental. La piel coriácea y sin embargo algo lechosa del rostro se curva en un leve rictus que acentúa las cien arrugas, expresando una mezcla de desagrado, desdén y curiosidad reprimida. Llena el plato, finalmente, con alimentos reconocibles y se dirige a su mesa con paso firme y decidido, trasunto de la inseguridad, gritando sin palabras:

- Yo sólo pasaba por aquí.